sangrado de implantacion
sangrado de implantacion
Muchas mujeres desconocen el sangrado de implantación y lo interpretan como un periodo ligero o una pérdida de sangre remanente. Pero, de hecho, el sangrado de implantación es relativamente común, cerca del 25% de las mujeres embarazadas experimentan algún nivel de sangrado durante este periodo. Este es el mayor indicador para tener un bebe sano, nueve meses después.
¿Qué es el sangrado de implantación?
- En los primeros días del embarazo, los blastocitos o células que se convertirán en embrión y eventualmente en un bebé, requieren anidarse para crecer. Los blastocitos se han multiplicado desde que dejaron las trompas de Falopio y ahora tienen que encontrar un lugar ideal en el útero para repostar por los siguientes 9 meses.
- Dado que el útero contiene sangre y alimento para los blastocitos, puede presentarse un rasgado ligero en su revestimiento, ocasionando un sangrado leve que algunas veces es evidente, y puede ser visto en la ropa interior o puede ser apenas notable. Algunas mujeres solo se percatan del sangrado cuando observan sangre en el papel higiénico al momento de ir al baño.
- La pérdida de sangre durante el sangrado de implantación suele ser leve o de tipo “punteado”, mayormente rosácea, aunque puede ser rojo intenso, y acuosa en su apariencia. Después de estar acostada por un tiempo o al levantarse en la mañana, la sangre puede tener una coloración marrón. Esto se debe a que ésta ha estado en el cuello uterino o en la vagina por algunas horas.
- También es muy común tener cólicos leves durante el sangrado de implantación, no del mismo nivel que el de los cólicos menstruales, sino una sensación vaga, pesada e incómoda al rededor del útero. De ser posible, un descanso puede ser benéfico, además de ser útil para evitar realizar actividades demasiado extenuantes. Esto no evitará el sangrado de implantación, pero puede ayudarte a sentir que estás haciendo algo bueno por no esforzarte excesivamente.
¿Cuándo ocurre el sangrado de implantación?
Normalmente ocurre por la misma época en que debe aparecer el periodo, alrededor de 6 a 12 días después de la ovulación y fertilización, razón por la cual el sangrado de implantación puede ser confuso y decepcionante. Confuso porque puede ser interpretado como un periodo ligero y una señal de no estar embarazada y decepcionante por las mismas razones. Las mujeres deseosas de concebir pueden acongojarse al ver una pérdida de sangre e interpretarlo como una mala señal.
El sangrado de implantación ocurre incluso antes de que el embarazo se haya confirmado. La hormona gonadotropina coriónica humana (HCG) es la hormona que se detecta en la orina de una mujer embarazada y ésta no se produce hasta que el embrión se ha posado en el útero y han aparecido los primeros desarrollos de la placenta. Esta es la razón por las cual el sangrado de implantación ocurre tan temprano que incluso para las parejas más perspicaces no hay certeza de haber creado un bebé
Uno de los síntomas del embarazo puede ser haber tenido un periodo más sutil que el normal. El sangrado de implantación puede ser confundido con un periodo y algunas veces es solo con una posición retrospectiva que una mujer entiende que lo que ella pensó que era el inicio del periodo, era en realidad era el sangrado de implantación.
¿Qué puedo hacer para evitar el sangrado de implantación?
Realmente nada. A menos que haya dolor o que el sangrado sea continuo y pesado, no hay mucho que puedas hacer. Si ya has confirmado tu embarazo y han pasado más de dos semanas desde la fertilización, el sangrado de implantación es improbable.
El sangrado de implantación no es necesariamente algo malo. Puede ser una señal de que la fertilización ha ocurrido y que el embarazo avanza como debe. Pero por supuesto, cuando esto ocurra, no sabrás que estás embarazada, es muy temprano para decirlo. Algunas mujeres creen que la sensibilidad en los senos, las náuseas y otros síntomas del embarazo también están presentes cerca del tiempo del sangrado de implantación, lo cual es improbable. Es muy temprano para que las hormonas causales de estos síntomas hayan sido liberadas por la placenta.
Pero la mente actúa de maneras misteriosas y algunas mujeres realmente saben que están embarazadas y se sienten diferentes desde el momento de la concepción. ¿Quién más podría saberlo mejor?
¿Qué puedo hacer si tengo un sangrado de implantación?
Siéntate y no te pongas ansiosa. Solo revisa la cantidad de sangrado y busca el consejo de tu profesional de la salud si llegas a experimentar dolor u otros síntomas. Para la mayoría de las mujeres, el sangrado de implantación ocurre y se detiene en uno o dos días para no volver. Es poco probable que el nivel del sangrado sea tal que necesites usar una toalla higiénica, pero por seguridad, muchas mujeres prefieren usar un protector para estar tranquilas.
Si el profesional de la salud lo considera necesario, es posible realizar una ecografía para determinar si la placenta y el feto se están desarrollando como deben. Esto puede proporcionar la seguridad de que el sangrado se debió a la implantación del embrión y no de un aborto involuntario.
El latido del corazón del feto puede ser detectado desde la semana 5.
¿Por qué se presenta la infección vaginal en el embarazo?
Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH vaginal. Por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias.
Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH de la mujer, por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias, es decir, de una infección vaginal en el embarazo.
El embarazo representa un período de cambios para toda mujer. Es una etapa en la que todo se modifica. Desde las variaciones más perceptibles como la ansiedad y el aumento de peso hasta alteraciones del organismo poco conocidas, como las infecciones vaginales.
El papel de las hormonas y la infección vaginal en el embarazo
Durante los 9 meses de gestación, el nivel de hormonas femeninas cambia y afecta directamente al pH del área genital. En lo cotidiano, el pH de la zona vulvar es ácido e inferior al de otras partes del cuerpo, y se sitúa en un rango de 3.8 a 4.2, con la finalidad de impedir el crecimiento de bacterias.
Durante el embarazo la futura mamá protagoniza diversos cambios hormonales que comprometen directamente la capa protectora ácida. De esta manera, la variación a un pH mayor a 4.2 puede alterar el equilibrio en detrimento de la flora habitual, lo que deja espacio a la proliferación de gérmenes patógenos. Por esta razón, los 9 meses de gestación representan una de las etapas más vulnerables de la mujer para adquirir infecciones del tracto ginecológico.
Cómo protegerse de una infección vaginal en el embarazo
Es necesario que toda mamá tome cuidados especiales para mantener su zona íntima limpia y protegida durante esta importante etapa de la vida.
Entre las principales recomendaciones se encuentran:
- Usar ropa interior de algodón.
- No utilizar ropa muy ajustada o de materiales sintéticos.
- Lavar la ropa interior con jabón de barra y enjuague, sin dejar residuos.
- Lavar la zona íntima con un jabón especial con pH ácido que limpie, hidrate y ayude a prevenir infecciones del área vulvoperineal.
- No se recomienda utilizar desodorantes íntimos, talcos, aromatizantes ni sales de baño o burbujas.
- Evitar traumatismos de la región genital como el rasurado, la depilación o fricción.
- Si se observan cambios en el flujo vaginal, prurito, ardor o mal olor, no automedicarse y consultar al ginecólogo u obstetra.